Gestionando el Capital Circulante
Se logrará mediante la administración integral de la tesorería del negocio, optimizando el ciclo de capital circulante, buscando crear una cultura de protección de la caja con el apoyo de previsiones de tesorería, adecuación de financiamientos a corto plazo, implementación de planes que aumenten la generación de efectivo y con el seguimiento y monitoreo para el control de posibles desviaciones.
Optimiza la gestión del capital circulante
Debemos enfocarnos en la gestión del circulante, asegurando en el día a día que «el efectivo es el rey». El objetivo será buscar tener el nivel óptimo de tesorería, eligiendo las mejores opciones de financiación para cubrir necesidades puntuales de liquidez o aumentos de las necesidades operativas de fondos (NOF) del negocio.
Clientes
Aquí la clave es coordinar con el área comercial para asignar eficientemente los recursos financieros. Realizando los cambios que haría falta introducir en los acuerdos sobre las condiciones de venta o los plazos de cobro, formalizados con los clientes de la empresa. También se analizará si los procesos de facturación o los procedimientos y gestión del cobro de facturas son eficaces. Evitando tener cuentas infladas de clientes, que debiliten la posición estratégica o en la política comercial y de cobro de la empresa
Inventarios
El valor de las existencias se incrementa en la medida en que la fluidez del ciclo operativo es incierta, pues mueve a la empresa a mantener un stock adicional de producto para cubrir esa incertidumbre. Por otro lado, la valoración de existencias varía con el tiempo y almacenarlos conlleva costes. Contar con inventarios inflados puede ser reflejo de ineficiencias en la gestión de pedidos a los proveedores o en los procesos productivos, así como una incorrecta valoración de las mismas.
Proveedores
Orientaremos a que la empresa establezca relaciones a largo plazo con los proveedores clave, que le permitan mejorar las condiciones, o buscar otros con los que mejore su posición negociadora. Evitando cancelar compromisos de pago no planificados ni controlados por la empresa, ya que mostraría una debilidad en la posición estratégica o deficiencia en la gestión de sus proveedores.